En los talleres mecánicos la eficiencia, la productividad y la rentabilidad son indicadores que se han pasado por alto.

De forma tradicional, el funcionamiento positivo o negativo de este tipo de negocios se ha medido a simple vista, dejando a un lado datos precisos en los que basarse que podrían ser de gran ayuda.

En este artículo del blog de TallerGP hablaremos sobre algunos indicadores que nos plantean una serie de variables a medir para ver cómo podemos ser más eficientes y cómo nuestro trabajo puede ser evaluado.

Los indicadores clave que señalan que tu taller mecánico puede ir mal

¿Qué podemos medir?

Los datos más útiles en un taller mecánico que nos ayudarán a comprobar nuestra eficiencia, es la contabilización del tiempo invertido en cada tarea. Con ello, evaluaremos el trabajo del personal de nuestro negocio y comenzaremos a registrar una serie de datos básicos en los que basarnos para analizar la situación actual del negocio.

Esta contabilización puede llevarse a cabo con la medición de diferentes variables. Por un lado, tenemos las horas facturadas, que hacen referencia a las horas reflejadas de cara al cliente y que son pagadas por este.

Por otro lado, las horas trabajadas, muestran el tiempo que pasa cada trabajador en el taller. Sin dejar de lado, las horas disponibles a las que se les suma las horas de formación, las bajas, vacaciones, etc.

También podemos medir las horas productivas que abarca el tiempo que cada trabajador invierte en cada tarea, teniendo en cuenta los descansos y aquellos tiempos muertos como las demoras. Estas demoras se producen cuando hay una necesidad de formación, gestión o equipamiento para poder sacar la tarea adelante.

Indicadores para medir la eficiencia

Cuando tenemos registrados y contabilizados estos datos básicos, pasamos a calcular una serie de indicadores, con los que analizar los resultados y ver cuáles son las medidas que podemos tomar para optimizar el trabajo en nuestro taller.

1.     La productividad de cada operario

Este indicador es bastante sencillo y con dividir las horas productivas entre las horas trabajadas y multiplicarlo por 100, obtendremos la productividad de ese trabajador.

Por ejemplo, si un operario en una semana de 40 horas semanales alcanza un total de 35 horas productivas, su productividad equivaldría a un 87,5%.

El superar el 85%, es un claro indicador de que la productividad es bastante alta y que ese trabajador está cualificado.

2.     Tiempo de ocupación de cada empleado

Por su parte, este dato nos ayuda a ver cuántas son las horas disponibles efectivas de trabajo de cada operario para realizar las diferentes tareas del día a día.

Una medida que obtenemos dividiendo las horas productivas entre las disponibles. El indicador será positivo si se encuentra entre el 85% y el 90%.

3.     Horas disponibles facturadas al cliente

Bastante similar al anterior, pero analizándolo desde una perspectiva financiera en la que las horas facturadas se dividen entre las disponibles.

El objetivo es llegar al 100%, ya que sería un indicativo de que todas las horas disponibles están siendo facturadas y que no hay tiempo que no esté siendo aprovechado.

4.     Eficacia operativa

Con este indicador, veremos cuál es la capacidad de cada empleado para proporcionar ingresos al taller en función de las horas facturadas con respecto a las trabajadas. Si sumamos el total de horas facturadas y el de trabajadas podemos conseguir la eficiencia global del taller.

De esta manera, si el cociente es mayor a 1, la eficiencia es positiva, mientras que si ocurre lo contrario, existen varios problemas en nuestro taller como trabajos no facturados por error, baja cualificación de los empleados, instalaciones eficientes, etc.

¿Cómo puedo mejorar la rentabilidad de mi taller mecánico?

Sacar adelante un taller mecánico es tan complicado como cualquier otro negocio. Se necesita trabajo, una buena estrategia y una correcta gestión. 

La rentabilidad del mismo depende de muchos factores, lo que hace que sean muchos los procesos que pueden mejorar para que esta se vea incrementada. Es un sector muy competitivo y encontrar la forma de marcar la diferencia con respecto a los competidores hará que el cliente se quede contigo.

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A continuación hablamos de algunas mejoras para conseguir una mayor rentabilidad en tu taller.

Innovación

El contar con los máximos avances tecnológicos hará que muchos procesos puedan ser más eficientes, al igual que hace que el cliente obtenga unos mejores resultados. Esta innovación no tiene solo que referirse a la maquinaria empleada, sino que también debe aplicarse al personal y a los elementos de gestión del propio taller.

La digitalización del taller y los software de gestión como el de Taller GP son un claro ejemplo de cómo esta tecnología nos hace avanzar.

Organización

La organización es sinónimo de una buena gestión. Para conseguirla entra en juego la tecnología y los diferentes software que contribuyen a la digitalización de los talleres mecánicos. Con ellos se tiene todo bajo control y se pueden gestionar aspectos como el stock, las citas, los tiempos y los gastos del propio negocio.

Este es el caso del software de Taller GP que se adapta a las necesidades de cada taller ofreciendo una infinidad de ventajas.

Diversificación y formación

Cuando hablamos de diversificación hacemos referencia a contar con un servicio integral dentro del taller mecánico en el que el usuario pueda cubrir de forma total sus necesidades.

Para ello, por otro lado, se necesita una constante formación de los operarios para ofrecer el mejor y el último servicio del mercado.

Aquí puedes ver cuáles son los diferentes servicios especializados que puedes ofrecer en tu taller y que pueden atraer a nuevos clientes.

Política de precios

Sin dudarlo, lo que buscan los clientes es un buen servicio al mejor precio, por lo que los precios competitivos siempre serán un factor atractivo. No obstante, estos tienen que ser apropiados, ya que debemos encontrar el equilibrio para que los servicios ofertados sean rentables para el propio negocio.

Como punto de partida es importante observar el día a día y recapitular toda la información posible que el taller pueda ofrecernos. Recoger esa información, analizarla y tomar decisiones son la base para que la eficiencia de cualquier taller se vea mejorada. Además, si contamos con el mejor software para ello, todas estas tareas serán mucho más llevaderas.

Es hora de empezar a poner nuestro foco en los datos y acoger todo lo que estos nos comunican.